A la hora de decantarnos por unas encimeras de cocina tenemos que considerar, en primer lugar, el uso que le vamos a dar a esta habitación tan importante de la casa. En este sentido, cabe un pequeño momento para la introspección orientada a preguntarnos ¿qué clase de cocinero soy?

Queremos decir que no es lo mismo una encimera para una persona aficionada a la cocina al detalle, esos verdaderos émulos de Ferrán Adriá a nivel doméstico, que para aquellas personas que apenas pasan tiempo en casa y emplean la cocina sólo para alimentarse, en el más estricto sentido del término.

En términos generales recomendamos que su grosor se sitúe en el entorno de los 4 centímetros, para que se pueda trabajar sobre ellas de manera mucho más eficaz.

Materiales más indicados

Para las personas que hacen uso intensivo de su cocina, los materiales más recomendados son los sintéticos, de gran durabilidad y óptimos niveles de resistencia a manchas o rayaduras. No obstante, conviene no situar en su superficie ollas o platos calientes. Para este tipo de “cocinero doméstico” el granito y el acero también son opciones muy ventajosas, además de por su durabilidad por la sencillez en el proceso de limpieza que aportan.

Para aquellos usuarios paran los que la cocina es un “ente extraño”, meramente decorativa, la madera es una opción muy recomendable y económica aunque, eso sí, menos durable e higiénica que las anteriores.

Características de las encimeras de cocina

Recomendamos que la altura de la encimera sea de alrededor de 900 milímetros, de cara a que todo esté perfectamente a mano. Asimismo, une encimera debe combinar de manera inteligente diferentes alturas de zócalos y cajoneras para proporcionar mayor sensación de amplitud y versatilidad.

Si después de estos consejos no sabe por qué tipo de encimera decantarse, le aconsejamos que solicite asesoramiento profesional que, seguro, le ayudará a optimizar hasta el último centímetro disponible en su cocina.